martes, noviembre 07, 2006

Apocalipsis

"La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto". Así comienza el Apocalipsis de San Juan El Teólogo, no confundir con el Apóstol.

La idea del fin de los tiempos, del juicio final, de la batalla de todas las batallas, es una constante en las creencias religiosas. El Apocalipsis bíblico, por ejemplo, guarda estrechas relaciones con el mito vikingo del Ragnarok, el fin del mundo, en el que los dioses de Odín se enfrentarán con los gigantes de hielo y los de fuego, las huestes del Inframundo y el resto de bestias legendarias recluídas en diversas y remotas prisiones. Una guerra que aniquilará todo lo existente para que el universo regrese a un año cero, un principio del círculo. Todo morirá y todo volverá a nacer. Volverá a nacer y se volverá a repetir una vez más la historia de los hombres y los dioses para volver a finalizar-comenzar con el Ragnarok, la guerra de todas las guerras, provocada por la muerte del más inocente y puro de todos los dioses: Balder, uno de los primeros mártires de Europa.

El Apocalipsis de Juan no resalta como el Ragnarok la trayectoria cíclica de la historia y de la vida. Es una profecía lineal, desde el presente hacia el futuro, y no se dice que, tras el juicio final, el mundo será destruído y Dios volverá a crearlo para poner a Adán y Eva sobre él. No. Lo que se nos promete no es la rueda de la vida sino el reino de los cielos, la victoria de Cristo en su segunda venida, la aniquilación del Mal y la liberación del hombre. Es un soplo (bastante fanático) de esperanza en unos tiempos de muerte y miseria. Sin embargo los cristianos, en general, han aprendido a temer el día del Apocalipsis. En nuestra cultura tiene siniestras connotaciones. No parece ya esa salvación eterna prometida sino una caída a los infiernos. Las guerras mundiales han sido descritas como pequeños apocalipsis y el hombre ha fantaseado con una Tercera Guerra Mundial que fuese el apocalipsis definitivo. La desaparición de la vida.

Explota

En nuestro Imperio Romano el César, que no es otro que Bush, ha iniciado una cruzada tras recibir, según dice, una revelación divina. George W. Bush El Memo, no confundir con George Bush El De La CIA, que es su padre y también fue César, ha sido iluminado como lo fue Juan El Teólogo. "Sé que la batalla será dura pero prevaleceremos" ha declarado con una convicción genuinamente bíblica. Bush sí que cree que el Apocalipsis es la salvación. Por eso se considera un cristiano "puro", un cristiano sin miedo, no como todos esos que temen el día en que Dios les juzgue.

El Reloj de Dios

Es muy curioso ver como Al Gore, antiguo aspirante a César, sale a la palestra afirmando "tener una misión que llevar a cabo" para salvar al mundo. Pero Gore quiere salvar al planeta de la debacle ecológica, no de las hordas bárbaras. A su manera también nos dice que el fin está cerca y que llegará la destrucción de la vida. Pero al mismo tiempo nos garantiza que aún podemos salvarnos, que lo conseguiremos y transformaremos nuestro mundo en un jardín del Edén.

Planeta Verde

Sin embargo la gente no lo ve como ellos. De Bush nos quedamos con la Guerra Total contra el Eje del Mal y no vemos por ninguna parte la segunda venida de Cristo. No tenemos tanta fé como Bush. De Gore nos quedamos con el deshielo de los casquetes polares y tampoco creemos en que sea posible salvarnos como especie.

El mito apocalíptico no ha convencido a la humanidad, que lo ha reinterpretado. No cree en el retorno al punto cero ni en alcanzar un estadio 100% en el que la historia se detiene y termina el sufrimiento. Cree en un punto final. Y punto. El fin. La nada. Algo que nos aterra y nos convence de que el mundo está loco y se encamina hacia la destrucción. Sin las esperanzas de los fanáticos. Sabemos que la única salvación sería unirnos los unos a los otros. Pero en eso tampoco tenemos fé. ¿Quién nos salvará entonces?. Quizás nadie. Quizás seamos la primera especie que se extinga voluntariamente, como promulgan desde hace años los chiflados de la Liga Por La Extinción Voluntaria de la Humanidad (VHEMT, está puesta entre los links del blog). Lo que no sabemos es si nos extinguiremos en medio del pánico o con la serenidad del fanático que escribe las últimas palabras de toda la Biblia cristiana:

"Ciertamente vengo en breve. Sí, ven, Señor. La gracia de nuestro señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén".

Batalla Final


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