martes, septiembre 05, 2006
Viva Honduras!!
Hace tiempo que me pregunto cómo se sienten los militantes del Partido Popular al contemplar la deriva lisérgica de sus líderes. Hace tiempo que me lo pregunto y seguramente pasará mucho tiempo hasta que lo descubra, ya que suelo alejarme de esos bocachanclas tanto como puedo. Aunque el otro día, dándole vueltas, me di cuenta de que, pese a mi parte intolerante, quizás muchas de las personas con las que me relaciono sean votantes del PP, aunque no militantes. Porque, seamos sinceros, uno puede votar al PP (igual que puede despistarse y atropellar una liebre, perro o anciana) pero no militar en el PP. A no ser que haya perdido el juicio o que tenga inquietudes dadaístas,claro.
La semana pasada este líder de labios carnosos que es Mariano Rajoy, se dedicó a hablar con mucha decisión sobre sus inquebrantables opiniones, virtud esencial en un político. Si no entendiésemos sus palabras porque fuésemos suecos o porque nos hubiésemos quedado definitivamente lelos, habría resultado incluso convincente. Pero, lamentablemente, entendemos lo que dice y no podemos dejar de admirar a un político vestido de serio que sube al púlpito para encadenar los siguientes mensajes:
-Primeramente Rajoy y su partido pusieron el grito en el cielo porque Zapatero anunciaba su intención de enviar tropas españolas a la misión ONU en Líbano.
-Después, justificaron el alboroto que ellos mismos habían organizado porque “es inaceptable que Zapatero mienta. Los soldados no van a la paz. Van a una misión bélica con mucho peligro”.
-Cuando nadie se lo esperaba, dieron la vuelta a la tortilla aclarando que apoyarán el envío de tropas.
-Finalmente Rajoy lo deja todo claro declarando que “la posición del PP siempre ha sido la misma: el tradicional respaldo del PP a las operaciones de defensa de la democracia, la paz y la libertad”.
-Como fascinante epílogo dadá y para no contradecirse, Rajoy explica que el apoyo de su partido será “crítico”, porque la del Líbano no es una misión a la que se deba ir, aunque se vaya, pero bueno, qué se le va a hacer, más se perdió en Cuba, ¿no?.
Todo esto en menos de una semana.
Tenemos pues a un partido que no dudó en enviar legionarios a Irak (tropas que todavía estaban allí hace un par de años) considerando aquella misión (no autorizada por la ONU) como misión de paz. Este mismo partido no apoya la misión del Líbano porque, esta sí, es una misión de guerra cruel e inhumana. No importa el respaldo de la ONU ni el del Gran Hermano Americano.
Sin embargo el amigo americano sí que importaba cuando, al principio de esta legislatura, el PP pronosticaba el desastre de España porque habíamos hecho enfadar a los yanquis retirando nuestras tropas de Irak, un gesto cobarde, según decían. Quedaríamos aislados y bloqueados como la más triste de las Cubas. Mister Marshall nos abandonaría. Pocos días después Bush recibe a los representantes de las empresas españolas más importantes.
Otra buena muestra de este excéntrico humor es todo lo concerniente al 11 de Marzo. Resumiendo el asunto y que se joda el que no lo comparta: terroristas islamistas asesinan a 200 civiles en Madrid para así atacar al gobierno español presidido por Mr.Aznar, que es parte activa de la coalición que ocupa Irak tal y como él mismo (inteligentemente) se ha encargado de hacer saber a todo el mundo mediante fotos en las Azores y una obsesiva repetición del mantra "soy amigo de Tony Blair". El gobierno español sorprende a todos con una primera versión de los hechos en la que asegura que el atentado es obra de ETA. Otegi aparece diciendo que ETA no ha sido y que seguramente hayan sido los islamistas. Después vienen horas de silencio informativo. Ante la presión de una parte de los ciudadanos, que deben votar en pocas horas y se manifiestan ante las sedes del PP, el gobierno confiesa que todos los indicios apuntan a Al Qaeda. Tras un fallido intento de aplazarlas, anularlas, amañarlas...lo que sea, las elecciones se celebran y gana Zapatero, que retira las tropas de Irak tal y como había prometido si ganaba. El PP digiere con ardores su inesperado paso a la oposición. Comienzan a acusar al PSOE de haber lavado cerebros para que el país se manifestase el día anterior a las elecciones, obligándoles así a decir que habían sido los islamistas y, como efecto dominó, a perder las elecciones (¡qué cabrones los rojillos!). Poco a poco se van creciendo y acusan a los socialistas –en concreto al maquiavélico Zapatero- de haber preparado el 11-M para llegar al poder. También insisten en su teoría de que en realidad fue ETA quién puso las bombas. Dado que las pruebas que acusan a los islamistas son irrefutables, fabrican una anfetamínica teoría de la conspiración en la que ETA y Al Qaeda resultan ser aliados que mantienen reuniones puntuales a medio camino entre Getxo y Kabul. Todavía esta pasada semana periódicos como El Mundo sostienen estos delirios.
Pero las cosas no acaban aquí. En lugar de retirarse a alguna cueva en Sierra Morena para expiar sus pecados, los peperos se entregan con pasión a su locura colectiva. Cuando ETA anuncia su tregua, el PP acusa a Zapatero, primero, de rendirse ante los terroristas, después, de colaborar con ellos, acto seguido, de ser él mismo un terrorista y finalmente comunican muy satisfechos que los hechos demuestran sus teorías y que está clarísimo que ETA-Bin Laden-Zapatero es un eje del mal que se ha movilizado para desmembrar España. El verbo desmembrar se convierte en el favorito de Mariano Rajoy y sus huestes. España se está rompiendo por el País Vasco, por Galicia, por el fémur y por Cataluña, donde se redacta entre broncas el nuevo estatuto de autonomía. Finalmente el Estatuto se aprueba y, sin embargo, Cataluña no se va flotando por el Mediterráneo sino que sigue en el mismo sitio. Los que llegan flotando son miles de inmigrantes. En cuanto a esto el PP tiene una novedosa teoría: todo es culpa de Zapatero por haber regularizado a un millón de inmigrantes, provocando así un “efecto llamada” que terminará sepultando España a menos que el PP regrese al poder para volverlos a ilegalizar a todos.
Si el monte se quema es culpa del PSOE y, en el primer verano de la nueva legislatura, el PP se las apaña para responsabilizar a Zapatero de la muerte de un grupo de voluntarios que intentaba sofocar un incendio en Guadalajara. Esta vez no consiguieron implicar a ningún vasco en el asunto.
Si no llueve y hay sequía es culpa de Zapatero, terrible brujo musulmán y ateo que trajo el mal a nuestra santa península.
Si el PSOE pone en marcha la ley antitabaco, Rajoy se jacta de que seguirá fumando puros en los pasillos del Congreso y donde le salga de los huevos. Los gobiernos regionales del PP boicotean la nueva ley para que no se aplique. Zaplana, aunque no viene a cuento, declara que nunca lleva calzoncillos. A lo largo y ancho del país inocentes televidentes sufren delirios mesiánicos ante tan desgarradora confesión.
Es un partido misterioso este partido proamericano antes y antiamericano ahora. Un partido que se considera liberal y clama contra el “régimen totalitario y antidemocrático” en el que vivimos pero que, al mismo tiempo, se queja amargamente de que se retiren las estatuas de Franco y se arruga visiblemente si le hablan de matrimonios gays.
La verdad es que nunca fue gran cosa. Un atajo de fachas (y algún que otro neocon marginado, como el mamón de Gallardón) dominados por sus propios símbolos: la cruz, los cojones del toro y el cortijo amurallado. Pero hoy por hoy el PP ha degenerado hasta convertirse en una apestosa banda de cenutrios con un mensaje político universal y ecuménico: no les gusta el PSOE, no les gusta la ETA y no les gusta el regaliz de fresa. Obviamente, se han quedado fijados en la fase anal, dado que un niño de 30 meses es ya capaz de adentrarse en estas profundas reflexiones.
Lo más extraño de todo es que este nihilismo pepero puede llevarte a cometer las barbaridades más atroces pero también a decir grandes verdades que, si las pensasen dos veces, no las dirían. De momento sus vaivenes les han llevado a decir una gran verdad: la misión del Líbano no es una misión de paz. La ONU lleva años siendo sodomizada por los americanos, que la usan para ciertas marranadas que les dan morbo, como por ejemplo enviar soldaditos de color azul a que den la razón moral, política y militar a los pobrecitos israelitas, que llevan defendiéndose de feroces ataques desde que su Estado surgió en esa parte del planeta gracias a la ciencia infusa.
Así que me alegro de que el PP comparta esta postura (aunque sea durante una fracción de segundo en su desenfrenado repaso de todo el kamasutra) y espero que sean coherentes y condenen enérgicamente el imperialismo yanqui, la conspiración judeo-masónica y la indudable implicación de la CIA en los atentados del 11-M, así como en los incendios de este verano y en las dificultades de la revolución cubana. Como dijo Trillo cuando pasaba revista a unos soldados de El Salvador: “¡Viva Honduras!” (y los salvadoreños le secundaron :¡viva!). http://www.youtube.com/watch?v=xcJZEMob6Ko
Y es que un hombre que no se conoce a sí mismo es un hombre condenado al ridículo. La derecha nunca supo escoger ni sus lecturas ni sus espejos y quemaban libros de Machado mientras babeaban con San José María Pemán. Craso error al elegir profeta:
“Este hombre del casino provinciano
...bosteza de política banales
dicterios al gobierno reaccionario,
y augura que vendrán los liberales
cual torna la cigüeña al campanario.
Un poco labrador, del cielo aguarda
y al cielo teme, alguna vez suspira
pensando en su olivar, y al cielo mira
con ojo inquieto, si la lluvia tarda.
Lo demás, taciturno, hipocondriaco,
prisionero en la Arcadia del presente,
le aburre; sólo el humo del tabaco
simula algunas sombras en su frente.
Este hombre no es de ayer ni de mañana
sino de nunca; de la cepa hispana
no es el fruto maduro ni podrido,
es una fruta vana
de aquella España que pasó y no ha sido,
esa que hoy tiene la cabeza cana”.
Del pasado efímero
Antonio Machado
Qué bonito soñar y que ese pasado fuese, sí, efímero y biodegradable cuál boñiga seca.
La semana pasada este líder de labios carnosos que es Mariano Rajoy, se dedicó a hablar con mucha decisión sobre sus inquebrantables opiniones, virtud esencial en un político. Si no entendiésemos sus palabras porque fuésemos suecos o porque nos hubiésemos quedado definitivamente lelos, habría resultado incluso convincente. Pero, lamentablemente, entendemos lo que dice y no podemos dejar de admirar a un político vestido de serio que sube al púlpito para encadenar los siguientes mensajes:
-Primeramente Rajoy y su partido pusieron el grito en el cielo porque Zapatero anunciaba su intención de enviar tropas españolas a la misión ONU en Líbano.
-Después, justificaron el alboroto que ellos mismos habían organizado porque “es inaceptable que Zapatero mienta. Los soldados no van a la paz. Van a una misión bélica con mucho peligro”.
-Cuando nadie se lo esperaba, dieron la vuelta a la tortilla aclarando que apoyarán el envío de tropas.
-Finalmente Rajoy lo deja todo claro declarando que “la posición del PP siempre ha sido la misma: el tradicional respaldo del PP a las operaciones de defensa de la democracia, la paz y la libertad”.
-Como fascinante epílogo dadá y para no contradecirse, Rajoy explica que el apoyo de su partido será “crítico”, porque la del Líbano no es una misión a la que se deba ir, aunque se vaya, pero bueno, qué se le va a hacer, más se perdió en Cuba, ¿no?.
Todo esto en menos de una semana.
Tenemos pues a un partido que no dudó en enviar legionarios a Irak (tropas que todavía estaban allí hace un par de años) considerando aquella misión (no autorizada por la ONU) como misión de paz. Este mismo partido no apoya la misión del Líbano porque, esta sí, es una misión de guerra cruel e inhumana. No importa el respaldo de la ONU ni el del Gran Hermano Americano.
Sin embargo el amigo americano sí que importaba cuando, al principio de esta legislatura, el PP pronosticaba el desastre de España porque habíamos hecho enfadar a los yanquis retirando nuestras tropas de Irak, un gesto cobarde, según decían. Quedaríamos aislados y bloqueados como la más triste de las Cubas. Mister Marshall nos abandonaría. Pocos días después Bush recibe a los representantes de las empresas españolas más importantes.
Otra buena muestra de este excéntrico humor es todo lo concerniente al 11 de Marzo. Resumiendo el asunto y que se joda el que no lo comparta: terroristas islamistas asesinan a 200 civiles en Madrid para así atacar al gobierno español presidido por Mr.Aznar, que es parte activa de la coalición que ocupa Irak tal y como él mismo (inteligentemente) se ha encargado de hacer saber a todo el mundo mediante fotos en las Azores y una obsesiva repetición del mantra "soy amigo de Tony Blair". El gobierno español sorprende a todos con una primera versión de los hechos en la que asegura que el atentado es obra de ETA. Otegi aparece diciendo que ETA no ha sido y que seguramente hayan sido los islamistas. Después vienen horas de silencio informativo. Ante la presión de una parte de los ciudadanos, que deben votar en pocas horas y se manifiestan ante las sedes del PP, el gobierno confiesa que todos los indicios apuntan a Al Qaeda. Tras un fallido intento de aplazarlas, anularlas, amañarlas...lo que sea, las elecciones se celebran y gana Zapatero, que retira las tropas de Irak tal y como había prometido si ganaba. El PP digiere con ardores su inesperado paso a la oposición. Comienzan a acusar al PSOE de haber lavado cerebros para que el país se manifestase el día anterior a las elecciones, obligándoles así a decir que habían sido los islamistas y, como efecto dominó, a perder las elecciones (¡qué cabrones los rojillos!). Poco a poco se van creciendo y acusan a los socialistas –en concreto al maquiavélico Zapatero- de haber preparado el 11-M para llegar al poder. También insisten en su teoría de que en realidad fue ETA quién puso las bombas. Dado que las pruebas que acusan a los islamistas son irrefutables, fabrican una anfetamínica teoría de la conspiración en la que ETA y Al Qaeda resultan ser aliados que mantienen reuniones puntuales a medio camino entre Getxo y Kabul. Todavía esta pasada semana periódicos como El Mundo sostienen estos delirios.
Pero las cosas no acaban aquí. En lugar de retirarse a alguna cueva en Sierra Morena para expiar sus pecados, los peperos se entregan con pasión a su locura colectiva. Cuando ETA anuncia su tregua, el PP acusa a Zapatero, primero, de rendirse ante los terroristas, después, de colaborar con ellos, acto seguido, de ser él mismo un terrorista y finalmente comunican muy satisfechos que los hechos demuestran sus teorías y que está clarísimo que ETA-Bin Laden-Zapatero es un eje del mal que se ha movilizado para desmembrar España. El verbo desmembrar se convierte en el favorito de Mariano Rajoy y sus huestes. España se está rompiendo por el País Vasco, por Galicia, por el fémur y por Cataluña, donde se redacta entre broncas el nuevo estatuto de autonomía. Finalmente el Estatuto se aprueba y, sin embargo, Cataluña no se va flotando por el Mediterráneo sino que sigue en el mismo sitio. Los que llegan flotando son miles de inmigrantes. En cuanto a esto el PP tiene una novedosa teoría: todo es culpa de Zapatero por haber regularizado a un millón de inmigrantes, provocando así un “efecto llamada” que terminará sepultando España a menos que el PP regrese al poder para volverlos a ilegalizar a todos.
Si el monte se quema es culpa del PSOE y, en el primer verano de la nueva legislatura, el PP se las apaña para responsabilizar a Zapatero de la muerte de un grupo de voluntarios que intentaba sofocar un incendio en Guadalajara. Esta vez no consiguieron implicar a ningún vasco en el asunto.
Si no llueve y hay sequía es culpa de Zapatero, terrible brujo musulmán y ateo que trajo el mal a nuestra santa península.
Si el PSOE pone en marcha la ley antitabaco, Rajoy se jacta de que seguirá fumando puros en los pasillos del Congreso y donde le salga de los huevos. Los gobiernos regionales del PP boicotean la nueva ley para que no se aplique. Zaplana, aunque no viene a cuento, declara que nunca lleva calzoncillos. A lo largo y ancho del país inocentes televidentes sufren delirios mesiánicos ante tan desgarradora confesión.
Es un partido misterioso este partido proamericano antes y antiamericano ahora. Un partido que se considera liberal y clama contra el “régimen totalitario y antidemocrático” en el que vivimos pero que, al mismo tiempo, se queja amargamente de que se retiren las estatuas de Franco y se arruga visiblemente si le hablan de matrimonios gays.
La verdad es que nunca fue gran cosa. Un atajo de fachas (y algún que otro neocon marginado, como el mamón de Gallardón) dominados por sus propios símbolos: la cruz, los cojones del toro y el cortijo amurallado. Pero hoy por hoy el PP ha degenerado hasta convertirse en una apestosa banda de cenutrios con un mensaje político universal y ecuménico: no les gusta el PSOE, no les gusta la ETA y no les gusta el regaliz de fresa. Obviamente, se han quedado fijados en la fase anal, dado que un niño de 30 meses es ya capaz de adentrarse en estas profundas reflexiones.
Lo más extraño de todo es que este nihilismo pepero puede llevarte a cometer las barbaridades más atroces pero también a decir grandes verdades que, si las pensasen dos veces, no las dirían. De momento sus vaivenes les han llevado a decir una gran verdad: la misión del Líbano no es una misión de paz. La ONU lleva años siendo sodomizada por los americanos, que la usan para ciertas marranadas que les dan morbo, como por ejemplo enviar soldaditos de color azul a que den la razón moral, política y militar a los pobrecitos israelitas, que llevan defendiéndose de feroces ataques desde que su Estado surgió en esa parte del planeta gracias a la ciencia infusa.
Así que me alegro de que el PP comparta esta postura (aunque sea durante una fracción de segundo en su desenfrenado repaso de todo el kamasutra) y espero que sean coherentes y condenen enérgicamente el imperialismo yanqui, la conspiración judeo-masónica y la indudable implicación de la CIA en los atentados del 11-M, así como en los incendios de este verano y en las dificultades de la revolución cubana. Como dijo Trillo cuando pasaba revista a unos soldados de El Salvador: “¡Viva Honduras!” (y los salvadoreños le secundaron :¡viva!). http://www.youtube.com/watch?v=xcJZEMob6Ko
Y es que un hombre que no se conoce a sí mismo es un hombre condenado al ridículo. La derecha nunca supo escoger ni sus lecturas ni sus espejos y quemaban libros de Machado mientras babeaban con San José María Pemán. Craso error al elegir profeta:
“Este hombre del casino provinciano
...bosteza de política banales
dicterios al gobierno reaccionario,
y augura que vendrán los liberales
cual torna la cigüeña al campanario.
Un poco labrador, del cielo aguarda
y al cielo teme, alguna vez suspira
pensando en su olivar, y al cielo mira
con ojo inquieto, si la lluvia tarda.
Lo demás, taciturno, hipocondriaco,
prisionero en la Arcadia del presente,
le aburre; sólo el humo del tabaco
simula algunas sombras en su frente.
Este hombre no es de ayer ni de mañana
sino de nunca; de la cepa hispana
no es el fruto maduro ni podrido,
es una fruta vana
de aquella España que pasó y no ha sido,
esa que hoy tiene la cabeza cana”.
Del pasado efímero
Antonio Machado
Qué bonito soñar y que ese pasado fuese, sí, efímero y biodegradable cuál boñiga seca.
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Hola:
Gran artículo Lord Trincheta.
El epilogo de Machado genial.
Te indexo en mi blog.
http://elclub.peondedama.com/
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